Las licencias de marcas son un acuerdo mediante el cual el titular de una marca registrada —o en trámite, aunque es mucho más recomendable que esté ya registrada— autoriza a un tercero a utilizarla en determinadas condiciones. Es una herramienta estratégica muy utilizada por empresas que buscan expandirse, diversificar sus productos o generar nuevas vías de ingresos sin perder el control de su activo principal: la marca.
Ventajas de las licencias de marcas
Una de las principales ventajas es la posibilidad de generar ingresos adicionales mediante el cobro de royalties o cánones periódicos. Para el licenciatario, en cambio, supone poder entrar al mercado con una marca ya reconocida, lo cual reduce riesgos y agiliza la fase de crecimiento. Además, la licencia permite al titular expandirse geográfica o sectorialmente sin necesidad de realizar grandes inversiones logísticas o de producción.
Otra ventaja importante es que, bien redactada, la licencia mantiene el control del titular sobre la calidad de los productos o servicios, garantizando que la reputación de la marca no se vea comprometida.
¿Quién puede licenciar una marca?
Solo puede licenciar una marca quien tenga derechos válidos sobre ella: el titular registral o un cotitular, en el caso de marcas compartidas. También puede hacerlo un licenciatario principal si el contrato original le concede expresamente esa facultad (sublicencia).
Contenido mínimo que debe incluir una licencia de marca
Aunque legalmente no existe un formato único obligatorio, un contrato de licencia debería incluir al menos:
- Identificación de las partes.
- Ámbito territorial donde se puede usar la marca.
- Productos o servicios autorizados según la Clasificación de Niza.
- Duración del contrato.
- Condiciones económicas: royalties, forma de pago, mínimos garantizados.
- Controles de calidad y facultades de supervisión.
- Prohibiciones y limitaciones, por ejemplo, impedir variaciones del logotipo.
- Causas de terminación.
Cuanto más detallado sea el contrato, menos riesgos de conflicto a futuro.
¿Hay que inscribir las licencias de marcas? ¿Tiene coste?
La inscripción de la licencia en la oficina de marcas no es obligatoria, pero sí muy recomendable. La inscripción da oponibilidad frente a terceros, lo que significa que, por ejemplo, en caso de litigio o de transmisión de la marca, el licenciatario queda mejor protegido.
Si te interesa este tema, puedes leer este artículo de nuestro blog en el que hablamos sobre marcas no registradas.